La celebración de los cien días y la primera fiesta de cumpleaños
Cuando los tratamientos médicos estaban poco desarollados en Corea, la tasa de supervivencia de los recién nacidos era relativamente baja. Y cuando un recién nacido sobrevivía uno o dos años después de su nacimiento, lo llamaban "bebé bendito". Esa es la razón por la que desde hacía mucho tiempo, los coreanos reunían a sus familiares y llevaban a cabo una celebración de los cien días de edad del bebé.
Los antepasados coreanos consideraban el número 100 como una cifra completa. Ya que era muy dificil criar a un niño hasta el día cien, la gente empezó a celebrar una fiesta para bendecir la salud del niño, felicitándolo por haber crecido sano y salvo. Esta es
la fiesta de los cien días (Baek-il janchi en coreano). Cuando terminaba esta fiesta, la gente repartía pasteles de arroz a los vecinos y los platos no regresaban vacíos; se devolvían con un interminable hilo blanco, que simbolizaba la longevidad.
En
el primer cumpleaños de un niño, se realiza una fiesta más grande llamada
Dol o Doljanchi en coreano, refiriéndose al primer aniversario de su nacimiento. Al igual que la fiesta de los cien días, esta fecha también es para celebrar la longevidad y la fortuna. En este día, los padres visten a su hijo con ropa nueva e invitan a los vecinos, conocidos y parientes.
En la primea fiesta de cumpleaños, los coreanos celebran el
Doljabee: el bebé toma uno entre varios artículos de la mesa que lo atraen. El método es simple. Objetos como arroz, dinero, fideos, un carrete de hilo, una azufaifa, un libro, unpincel, una barra de tinta china, etc., se colocan sobre la mesa y dejan que el bebé tome lo que hay en ella. Esto no es simplemente para llamar la atención sino que tiene su propio significado. Si el niño toma el arroz o el dinero, se cree que será rico, y si toma los fideos o el carrete de hilo, piensan que tendrá una larga vida. La azufaifa simboliza que tendrá muchos hijos; un libro designa que será un buen estudiante, y un pincel y una barra de tinta china precicen que será un buen escritor. Así, esta ceremonia desde la exitosa vida del bebé.
Las fiestas de los cien días y del primer cumpleaños se celebran como costumbres para desear que el infante crezca sano y fuerte en el amor y las bendiciones de su familia y vecinos. Incluso hoy en día, los coreanos celebran estas fiestas para felicitar el nacimiento y el crecimiento del niño.
La mentalidad y la actitud de valorar una nueva vida también se necesitan en el mundo espiritual.
Si los hijos de Sion valoran las almas recién nacidas y cuidan bien de ella con el corazón de la Madre celestial, estas crecerán sanas y fuertes.
