2016/07/11

En IDDSMM hay Dios Padre y Dios Madre - 1

Esforcémonos por conocer a Dios, quien nos da la vida eterna


Dios ha dado a toda la humanidad la oportunidad de escuchar el evangelio, comprenderlo y acercarse a la salvación. Para recibir la salvacion, debemos conocer a Dios.

Lo que a la gente más le sorprende es la verdad acerca de la Madre Jerusalén celestial. Las puertas del evangelio se abren de par en par; todas las naciones del mundo, en Europa, América del Norte, América del Sur, Oceanía, Asia y África, se someten a la verdad de la Madre celestial(Dios Madre). Esta es una prueba viva de que las personas del mundo están esperando ansiosamente la salvación de la Madre celestial(Dios Madre).


Dios dice que el conocimiento de Dios es la sabiduría y la inteligencia más grande, y nos pide que nos esforcemos por conocer a Dios sobre todas las cosas. Esto se debe a que la salvación depende del conocimiento de Dios.

Pr. 9:10 『El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.』

Os. 6:3-6 『Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra. […] Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos.』

Debemos proseguir en conocer a Dios. Sin conocer a Dios, no podemos esperar la vida eterna, la salvación ni el reino de los cielos. Por eso, cuando Jesús vino a esta tierra hace dos mil años, dijo: “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero,
y a Jesucristo, a quien has enviado” (Jn. 17:3).

A través de los 66 libros de la Biblia, Dios quería hacernos conocer su existencia, pues Él da a la humanidad la vida eterna y la salvación. Por supuesto, todas las leyes y reglas de Dios descritas en la Biblia están estrechamente relacionadas con nuestra salvación y son muy importantes. No obstante, las leyes y reglas de Dios son simplemente métodos para que podamos conocer, servir y respetar a Dios. Si no podemos conocer verdaderamente a Dios, estas leyes y reglas no tienen sentido.

Jn. 5:39 『Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;』

La Biblia muestra la manera de obtener la vida eterna e ir al cielo. Sin embargo, como Jesús dijo: “Ellas [las Escrituras] son las que dan testimonio de mí”, necesitamos conocer, por medio de la Biblia, quién nos da la vida eterna, quién puede mostrarnos el camino para ir al cielo. Cuando sepamos quién es realmente Dios, podremos ir a Él para recibir la vida eterna y el reino de los cielos, ¿no es así?

Nadie puede esperar la salvación sin conocer a Dios. Jesús dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida” (Jn. 14:6). Necesitamos entender completamente estas palabras dichas por Jesús.

Entonces, ¿Quien es Dios que debemos conocer en los últimos días para recibir la salvación? y ¿Como podemos buscarla?


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2016/07/08

Dios Padre Ahnsahnghong y Dios Madre están con nosotros dondequiera que vayamos

IDDSMM -“Predicad a todas las naciones; he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.”



A principios de 2016, nuestros hermanos y hermanas de Sion confirmaron su resolución de predicar a todos los siete mil millones de personas, en la presencia de Dios Elohim. Ahora están trayendo la alegre noticia de la victoria de que muchas almas vuelven a los brazos de Dios dondequiera que alumbran la luz gloriosa de Jerusalén, creyendo que sin duda el evangelio del reino será predicado a todas las naciones del mundo.

Dios nos ayuda en todo lo que hacemos en obediencia a su santa voluntad y prepara el glorioso camino que nos hace victoriosos. Ha prometido estar con nosotros dondequiera que vayamos, y nos ha dicho que prediquemos el evangelio satisfactoriamente y sin temor. Espero que todos puedan llevar abundantes frutos, predicando el evangelio con rapidez en Samaria y hasta lo último de la tierra.

En esta época, nosotros también prosperaremos en todo lo que hagamos si guardamos fielmente la ley del nuevo pacto que Dios Padre Ahnsahnghong y Dios Madre(la Madre celestial) nos enseñó cuando vinieron a esta tierra. Creo firmemente que el evangelio será predicado a todos los siete mil millones de personas sin falta si todos los hijos de Sion tienen en su corazón el deseo de obedecer con fidelidad la voluntad de Dios y la ponen en práctica correctamente.

Ahora, averigüemos qué bendición y promesa nos ha dado Dios en estos días.

Mt. 28:18-20 “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.”

En esta última época cuando el evangelio está predicándose a todas las naciones, como está profetizado en la Biblia, Dios también ha hecho a sus hijos una petición: “Bautizadlos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado —las leyes, decretos y estatutos del nuevo pacto—; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.

La gran obra de predicar el evangelio a todos los siete mil millones de personas también puede comenzar guardando todo lo que Dios Padre Ahnsahnghong y Dios Madre(la Madre celestial) nos han enseñado, ¿verdad? Algunos podrían dudar de que sea posible predicar a toda la gente del mundo. Piensen primero en Dios. La Tierra es como la gota de agua que cae del cubo, y como menudo polvo en las balanzas ante los ojos de Dios. Hay unos doscientos mil millones de estrellas solo en nuestra galaxia. La Tierra es muy pequeña en comparación con el resto de todas las innumerables criaturas de Dios. En realidad, no es difícil predicar a siete mil millones de personas en la Tierra, que es solo una pequeña mota.

Hasta ahora, la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial(IDDSMM) ha estado creciendo espiritualmente, guardando las leyes, decretos y estatutos del nuevo pacto que el Padre y la Madre celestial nos han enseñado. Hemos estado observando fielmente todas las leyes, decretos y estatutos de Dios, como el Día de Reposo, las siete fiestas de tres tiempos incluyendo la Pascua del nuevo pacto, etc., sin importarnos lo que otros piensen de nosotros y cómo nos obstaculicen. Por lo tanto, prosperaremos en todo lo que hagamos y dondequiera que vayamos; Dios siempre nos concederá las bendiciones del Espíritu Santo. Hasta este momento, Dios nos ha estado ayudando a prosperar en todo lo que hacemos y a predicar el evangelio en Samaria y hasta lo último de la tierra.

Todo lo que tenemos que hacer ahora es gritar el evangelio a todo el mundo. Josué y su ejército no dispararon lanzas o flechas; todo lo que hicieron fue gritar. Esta fue la estrategia de Dios para conquistar la ciudad de Jericó. El pueblo solo gritó, y Dios mismo estaba trabajando por ellos en secreto. Lo mismo sucede ahora. Dios definitivamente ha prometido que destruirá Babilonia, y nos ha llamado a la obra de destruirla al decirnos que vayamos y gritemos el evangelio en Samaria y hasta lo último de la tierra (ref. Ap. 18:2, Hch. 1:8).

Es hora de que todos nosotros gritemos a los siete mil millones de personas: “El Espíritu y la Esposa están llamándolos. Así que vengan a Sion todos. Vuelvan a las leyes, decretos y estatutos de Dios”. Si gritamos de esta manera, entonces Dios destruirá a Babilonia. Esta obra inevitablemente se detendrá si no gritamos. Todos debemos gritar juntos antes de entrar en la Canaán celestial, el reino de los cielos, para que se lleve a cabo la gran obra de Dios. Cuando nuestro grito llegue a Samaria y hasta lo último de la tierra, todas las personas en todo el mundo escucharán las buenas nuevas y nuestros hermanos y hermanas perdidos volverán a los brazos de la Madre celestial, la Nueva Jerusalén.

Hermanos y hermanas de Sion, animémonos todos y prediquemos a todas las personas del mundo que todavía no han participado en la salvación. Aunque estamos en tiempos económicamente complicados y nos encontramos con muchas otras circunstancias difíciles, no debemos permitir que nuestros corazones se nublen por las preocupaciones de esta vida, sino tener suficiente fe para amar y obedecer los mandamientos de Dios, de modo que podamos glorificar y agradar plenamente al Padre Ahnsahnghong y a la Madre celestiales. Entonces prosperaremos en todo lo que hagamos y dondequiera que vayamos. ¡Todos tengan ánimo! Espero que todos lleven muchos buenos frutos, confiando siempre en Dios por medio de la oración.